Una exposición dedicada a la
figura de Amy Winehouse quiere desvelarnos su faceta más íntima y desconocida.
La de una chica judía del norte de Londres con grandes sueños, cuyos objetos
personales de la infancia y adolescencia se desplegarán a mediados de mes en un
museo de su querido barrio Camden. Casi seis años después de su muerte,
complementará el homenaje en esas mismas calles un corredor artístico
flanqueado por obras inspiradas en la cantante y compositora.
Discos de héroes musicales
como Frank Sinatra, Aretha Franklin, Ray Charles o Ella Fitzgerald, sus libros
favoritos y fotografías de Amy celebrando el sabbath o vestida con el uniforme
de la brigada de chicas judías integran la muestra organizada por el Museo
Judío entre el 16 de marzo y el 24 de septiembre. Bajo el título Amy Winehouse:
Un Retrato de Familia se indaga también en la historia de su tatarabuelo, un
emigrante de Minsk (capital de la actual Bielorrusia) arribado a la capital
británica en 1890, y en el desplazamiento de sus descendientes desde el East
End londinense hacia el norte de la ciudad. En ese contexto modesto se crió una
niña con mucho carácter y carisma, a quien el padre (Mitch, de profesión
taxista) inculcó el amor por el jazz y alentó su vocación de saltar a la fama
como intérprete.
Su hermano Alex y su cuñada
Riva asumen el rol de comisarios en una exposición que en realidad ya se
estrenó en 2013, pero que ahora regresa a Londres con mayor arrope publicitario
después de protagonizar una gira por San Francisco, Viena, Tel Aviv y
Ámsterdam. Y habrá novedades porque el entorno del museo de Londres va a
transformarse hasta el 4 de junio en una suerte de galería al aire libre, donde
destacados artistas del street art (arte urbano) exhibirán piezas dedicadas a
la intérprete de "Tears Dry On Their Own".
Una instalación de Pegasus,
amigo de la familia Winehouse, toma prestado el título de uno de los grandes
temas de Amy (Loving Is a Losing Game) para ejercer de colofón de ese corredor
artístico a través del barrio de la cantante, y que pasará ante la que fuera su
vivienda en Camden Square. Allí fue hallada muerta el 27 de julio de 2011, a
causa de una intoxicación etílica. Sus vecinos no la olvidan. Y en palabras de
la directora de Museo Judío, Abigail Morris, “el barrio de Camden debe ser el
lugar en el que se cuente su historia”.
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