Con su cabello teñido de
rubio y un corte desmechado que hizo recordar a Britney Spears, Katy Perry fue
una de las figuras de la entrega de los premios Grammy 2017.
Durante su paso por la
alfombra roja, de hecho, la cantante de "Fireworks" sacó a relucir
todo su encanto y sentido del humor... aunque, quizás, no midió del todo lo que
estaba diciendo. Mientras conversaba con las cámaras de E!, explicó por qué se
había tomado casi cuatro años para lanzar al sucesor de Prism, el disco editado
en 2013. "Eso se llama cuidar de tu salud mental", dijo con mucha
simpatía. Y, cuando Ryan Seacrest le preguntó cómo la había pasado en su tiempo libre, ella contestó con una ironía que refería directamente
a la crisis que Spears sufrió en 2007: "La pasé fantástico. Y todavía no
me afeité la cabeza".
El chiste no cayó nada bien
entre los seguidores de Britney, que rápidamente salieron a repudiar a Perry en
las redes sociales. La intérprete de "Womanizer", lejos de recurrir a
la agresión, decidió contestar con una cita bíblica. "Las palabras que
salen de su boca muestran lo que hay en su corazón. Lucas 6:45", escribió
la estrella pop de 35 años en su cuenta de Twitter.
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