Un 30 de octubre allá en
2006, recibíamos una obra maestra: "Back to Black", el segundo disco
de Amy Winehouse, quien sólo cinco años más tarde, se sumaría al fatídico club
de los 27, ese que forman inolvidables voces de la música como Janis Joplin ,
Jimi Hendrix, Jim Morrison y Kurt Cobain entre otros, todos apenados y geniales
músicos que nos dejaron muy temprano.
Amy trajo a los charts
modernos géneros musicales un poco olvidados en este nuevo milenio, como el
soul y el jazz. La diva británica suavizó el soul con R&B, pero, a través
de una cadencia que sólo pueden asumir con gracia las grandes voces, siempre regresa,
y una de esos inolvidables registros, estaba en la voz y en el alma de Amy
Winehouse, ella fue heredera clara de esa tradición, aunque abordó un estilo
más urbano y sucio. Y si bien irrumpió con gloria con un primer disco,
"Frank" en el 2003, su gran shock lo logró con su segundo disco:
"Back to Black", editado un 30 de octubre de 2006. Con ese disco
alcanzó la cima de los charts en el Reino Unido, y quizás ocupó el espacio que
parecía estar dejando vacante Joss Stone, otra británica con la cabeza puesta
en la vereda de enfrente, en América, en el soul y el R&B.
Amy Winehouse conoció a
Blake Fielder en 2004. Para aquel momento, Amy era una mujer sana, bebía y
fumaba, pero no tenía ninguna adicción a drogas, pero, desde que se relacionó
con Blake, este amor fue intenso, atados por el cuerpo, la pasión, el dinero y,
sobre todo, las drogas. Allí Amy conoció la heroína y durante un año la pasión
y los desmanes fueron intensos, además, ella tenía gran éxito con su primer
disco: "Frank" y estaba ideando el segundo. Pero, tras meses
violentos y pasionales, Blake terminó con la cantante y regresó con su ex
novia, y este fue uno de los duros golpes que recibió Amy. Aquel abandono la
hundió en la depresión y la bulimia, además de una fuerte adicción a las drogas
en las que la había iniciado Blake. Pero aquella ruptura alimentó la creación
de Back to Black, el álbum que explotó su carrera en América y Europa, gracias
a su irresistible "new soul", y a letras en las que hacía referencia
constante a la infidelidad, a excesos autodestructivos , en fin, a relaciones
amorosas convertidas en infierno. Pero todo era expuesto por Amy con su voz
rasposa, sensual y bien manejada, y en este giro medio perverso, en ese
contraste inusual radicaba su atracción. Amy Winehouse cargaba con iguales
dosis de talento, y dolor, y esto iba de la mano con el género, porque para el
Soul no es lo mismo, si el que lo canta, no lo sufre.
Amy Winehouse expuso un 30
de octubre de 2006 su obra maestra Back to Black, pero al poco tiempo también
hizo notar su otra cara, ya que más allá de su talento, sus números uno en los
rankings mundiales, los cinco premios Grammy ganados en 2008; ella tenía el
corazón roto, su amor había sido encarcelado, y ella, más allá que se había
mofado de las rehabilitaciones en su hit "Rehab", tuvo que ingresar
en centros médicos y de recuperación, la familia la instigó a divorciarse de
Blake Fielder y ella fue hundiéndose en un espiral autodestructivo, no pudiendo
continuar su obra maestra Back to Black, un álbum que sumó la producción jazzy
de Salaam Remi, y pop de Mark Ronson con el que dominó al mundo entero.