Jay Z nunca se había
pronunciado públicamente sobre el breve pero significativo encuentro que
protagonizó con Amy Winehouse en los meses anteriores a la muerte de la
intérprete, quien sucumbió a sus problemas con el alcohol y las drogas en julio
de 2011.
De esos escasos minutos que
compartieron en el bar de un exclusivo hotel de Nueva York, como ha revelado
ahora el rapero, destaca fundamentalmente el aspecto deteriorado que ya
presentaba por entonces la diva del soul y, sobre todo, la inquietud que empezó
a sentir al percatarse de la forma tan compulsiva con la que la artista
consumía sus bebidas.
"Es curioso, porque ni
siquiera le temblaba la voz o tartamudeaba. Y yo me preguntaba, ¿por qué te
comportas de esa manera? Me la quedaba mirando y solo quería decirle: 'Por
favor, quédate con nosotros'. Y luego se lo dije", ha confesado el
polifacético cantante en una entrevista al podcast Rap Radar, de su propio
servicio de streaming Tidal.
Otra de las actitudes que
más le impactó de la estrella británica fue su negativa a aceptar, al menos
fuera de su ámbito más íntimo, que sufría una fuerte y peligrosa adicción a la
bebida. Tanto es así, que Jay recuerda perfectamente cómo Amy trató de venderle
su negativa a pasar por rehabilitación como una especie de victoria personal
que, como quedaría patente poco después, acabaría pagando muy caro.
"Nos lo decía con una
tranquilidad... Nos cantaba sus opiniones a la cara. Nos decía: 'Están
intentando que entre en rehabilitación pero no pienso hacerlo'. Y yo me quedo
pensando: '¿Cómo que no vas a ir? ¡Tienes que hacerlo!'", reflexionó en la
misma conversación sobre la temperamental artista, quien falleció en su casa de
Camden (Londres) con solo 27 años y puso fin así a una prometedora carrera que
podría haber dado mucho más de sí.