Amy Winehouse murió en julio de 2011 a los 27 años por abuso de alcohol, la autopsia reveló que la cantante contenía en su cuerpo 416 miligramos de alcohol por decilitro de sangre, es decir, que superaba cinco veces la cantidad legal de alcohol autorizada para conducir. Sin embrago, su hermano, Alex Winehouse, ha confesado recientemente en una entrevista para la revista 'The Observer' que "lo que realmente la mató fue la bulimia".
Es la primera vez que un familiar de la cantante concede una entrevista. Alex, de 33 años, ha confesado que Amy Winehouse desarrolló bulimia cuando tenía 17 años junto a un grupo de amigas que consiguieron superar la enfermedad, sin embargo"Amy nunca paró".
La vida de la artista estuvo marcada por sus constantes excesos en cuanto a drogas y alcohol pero su hermano ha asegurado que "aunque Amy hubiera muerto finalmente", la bulimia "le persiguió durante el resto de su vida" y fue lo que verdaderamente "la dejó débil y más susceptible" y acabó con ella.
Alex Winehouse ha destacado que las drogas y el alcohol fueron para Amy una forma para escapar pues su vida estaba en el punto de mira constantemente. Por ello, tras las muerte de su hermana, la familia creó la 'Fundación Amy Winehouse' que trabaja para prevenir los efectos del abuso de las drogas y el alcohol en los jóvenes. Alex, periodista de profesión, ha relatado lo difícil que fue ver como en lugar de escribirse historias de otras personas, en ese momento se referían a la muerte de su hermana.
Amy Winehouse fue una de las estrellas más importantes del soul, prueba de ello es su segundo album de estudio, 'Back to Black', el cual obtuvo 5 premios grammy en 2008 y vendió mas de 12 millones de copias en todo el mundo. Ahora, el Museo Judío en Camden, en el norte de Londres, le rinde un homenaje con una exposición muy íntima titulada 'Amy Winehouse: un retrato de familia'.